martes, 17 de abril de 2012

Viaje a Ucrania. Primera parte.

Tras la mayoría de viajes en los que he tenido que cruzar fronteras por tierra, los pueblos que se encuentran a ambos lados siempre han dejado una huella en mi memoria por tener un no sé qué de misterioso y variopinto, por la transición cultural que suele producirse.


El hecho de ser Ucrania una especie de país puente entre la cultura occidental europea y la rusa, me hacia pensar en la posibilidad de encontrar estas características a lo largo de todo su territorio.



Los atractivos que me ofrecía eran tanto estéticos -con las espectaculares iglesias ortodoxas de cúpulas doradas-, como culturales -con lugares clave de la historia más o menos reciente. La omnipresencia del alfabeto cirílico me recordaba constantemente que estaba muy lejos de casa y acentuaba la sensación de misterio del lugar. Un misterio que estaba a punto de desvelar.




Yo venia de Rumanía, así que comencé mi periplo por el suroeste del país, entrando por una pequeña ciudad llamada Tchernivsti. Había oído hablar de la belleza clásica de la ciudad de Lviv. Me fui directo a la estación de tren. Esa ciudad sería mi primera parada.

Continuará...

6 comentarios:

Victor dijo...

Ucrania tiene que ser un país que nos sorprenderá. En la nevera tengo un imán que me regalo un cliente ucraniano y desde aquél día que estuvimos hablando del país tengo unas ganas tremendas de perderme por allí.

Un saludo.

Jordi Busqué dijo...

Víctor, harás bien. Más que nada es un país interesante y con mucho misterio.

MartinAngelair dijo...

Claro que sí,...que continuará,...



...y entraremos contigo en tren en esa hermosa ciudad.






Besos.
B.T/N/D.C.J.

Jordi Busqué dijo...

Gracias MartinA. Viajé mucho en tren por Ucrania.

Marc dijo...

¡Esperamos con ganas la segunda parte! Dentro de poquito tendré la oportunidad de conocer uno de sus vecinos, Bulgaria, así que me tendré que poner las pilas con el cirílico.

Jordi Busqué dijo...

Gracias Marc. Ya nos contarás como te va por Bulgaria.